Monday, September 25, 2006

Una familia entre mil colinas

A nuestra pequeña familia del taller se han unido porfín todos los familiares. Hoy una gran familia trabajando en equipo para pulir las producciones y sacarles brillo. Nuestras tias de la región de Gitarama están trabajando con mucha delicadeza los botones que llevarán muchas de nuestras prendas. El abuelo del estaño envia a Butare (segunda ciudad de Ruanda) las primeras creaciones que se trabajaran entre manos y larga paciencia. Nuestra madrina Agnes dirije la asociación de bordadoras y los padrinos curten el cuero de vaca y cabra en la fábrica de Nyamirambo en Kigali. Nuestra familia del taller central va creciendo con sigilo. La llegada de Carlos contagió la de Venant, un costurero limpio en palabras. Igual de discreto cosiendo que existiendo. Un rombo de cuatro hojas. A cuatro semanas de la meta ya hemos fijado con pegamento imedio los equipos de “Mille collines”. Hoy queremos darle las gracias a “che vendant” el restaurante que ha llenado nuestros buches la mayoría de los días y nos ha hecho sentir como en casa. Agradecemos su extenso menú, extenso en variedad y no en posibilidad; 5 platos salvables y muchas bebidas con las que combinarlos. Gracias por el “pollo garni” a la barbacoa y por su color a pollo (pollo de esos que cojen carrerilla para caminar, método muy olvidado en el pollo español), gracias por el “avocat vinagrette” simple de vinagrette y de aguacate, gracias por la “omelette nature” para los días más sanos bañados en aceite de palma, gracias por el croque monsieur que se negó a hacerse llamar bikini (francés tenía que ser), y gracias finalmente al nuevo descubrimiento de las brochetas de “chèvre” para las que tuvimos que apostar una noche muy oscura, contaminada por la arrogante charla de Stephen y una alta dosis de cerveza Mützing 65cl rodeada de embassy, tabaco ruandés. Recordaremos “che vendant” por la profesionalidad y el encanto de Theodor, el manager, que siempre está dispuesto a preguntarte por tu día y desearte una comida agradable. Por la dulzura y la efectividad de Ridense, nuestra camarera preferida que ya sabe que a las 12 queremos el combo de coca-cola y fanta citron. Por el resto del equipo siempre dispuesto y el que no está tan dispuesto los domingos, día de fiesta de los demás. Y hablando de “che vendant” nos vamos para allá, es domingo por la noche y toca “brochette de chèvre” a 70 centímos de euro. Una economia basada en la agricultura de subsistencia

4 comments:

Anonymous said...

Veo, que os cuidais, eh?? Para que luego digan que en África se pasa hambre...jejeje. Inés dame el email de natalia font pk quiere entrar en tu blogspot. Besos. CRIS

Anonymous said...

cuando el barro enrojece como los pómulos de un irlandés ebrio, y el olor a buganvilla te envuelve en seda fina, sabes que, a pocos metros, dos diamantes blaquinegros se clavarán con firmeza en tus ojos perplejos. El horizonte parece solitario, desnudo de seres humanos, vestido de paja y tules, silencioso y enigmático, pero aún sin saberlo, te mira, siempre te mira alguien, y te vé. Allí, recortándose en el aire, paraguas de hojas verdes se pueblan de aves pícaras que pugnan entre sí un día y otro para acomodar su pernocta. Es el corazón del más veterano y fiel de los continentes: Africa, tierra de ébano.
Bravo Inés. "e"

Anonymous said...

Entre mil colinas perdí el amor de mi vida. ciego de talar árboles, entelados los ojos de sudor y cansancio, dejé escapar el talismán de mi vida. me senté, me sequé y me abatí. la deforestación era enorme. tenía toneladas de madera acumulada con las que podía construirme una ciudad entera. estaba cansado, muy cansado. creía que aquel tesoro, tantos años acariciado y con tanto esfuerzo conquistado, me reconfortaría. pensé que el cansancio pasaría y la ciudad que construiría con toda aquella madera me daría nuevos bríos, nuevos horizontes. qué equivocado estaba! mi tesoro, mi veradero tesoro, permanece oculto en las pocas miles de colinas que escaparon a mi ambición. pero he descansado y repuesto valores en el sueño de los sabios. ahora me seco el sudor, respiro y sonrío... porque ya sé quien soy. el hombre es el único ser conocido que tiene conciencia. esa es su gran virtud. esperaré sin talar más árboles, plantando pequeñas semillas que puedan reparar el bosque y anhelando que un día, no muy lejano, de las mil colinas baje mi tesoro y me besé. ese día, seré feliz. "e"

Anonymous said...

Para "e", Como puede alguien escribir algo tan bonito. ¿Quién eres? Cuanta sensibilidad, alrededor de este blog.

Lastima la pérdida de tu tesoro, pero a buen seguro no será el único, y con
esos sentimientos no te resultará di-
fícil encontrarlo. No anheles lo que has perdido, sueña con encontrar uno nuevo que pueda colmar esos anhelos.

Suerte. "m"

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