Tuesday, April 28, 2009

la patatica... ay la patatica!

Las noches de vida ruandesas están faltas de televisión, faltas voluntariamente y con cariño, claro está. A nadie le ponen una pistola en la cabeza cuando entra en una de las caóticas tiendas del quartier comercial y se dispone a apoquinar una "caja tonta" JVC de los años en los que llevábamos hombreras y mallas de flores. (la economía no da pa' planas de última generación..) Sin televisión pero con la necesidad aún callo en nuestras vidas echamos mano del ordenador, que viene muy práctico en estas situaciones. Me han dejado "Sex in the city" así que tengo horas de serie para aburrir. Empezaba a estar cansada de parecer un marciano rojo cada vez que le decía a la gente que no había visto aún a Carrie comprarse un par de Manolo Blahnik's en la 5ª Avenida de NY. Hay combinaciones muy muy malas en la vida. Una de ellas: Que Marc no esté aún de vuelta a Ruanda + freírme unas pataticas fritas a "altas" horas de la noche + un ordenador portátil que no ejerce de portable + estar enganchada a una serie con gancho Ya por la segunda ronda de pataticas en fritura y abusando de la declaración que afirma que "las mujeres somos capaces de hacer muchas cosas a la vez" - empiezo a tener mis ciertas dudas - por un lado: (1) mastico patatas (2) sigo ojiplática la serie (3) juego a tenis anti-mosquitos con la raqueta eléctrica de la tienda china (4) .... obviamente, el (4) nunca llegó a procesarse así que en un momento dado, ruido de fuego en la cocina y reflejo de llamas en la pared de enfrente! El aceite y las cuatro pataticas chamuscadas ardían en llamas así como parte de la cocina! Crujir de madera! Dios! Cuantas veces hemos visto en las películas coger una toalla húmeda y ahogar el fuego pues... cuando el fuego llega! no hay ni una mísera toalla en toda tu pu** casa y no eres tan efectiva como te pensabas, más bien no lo eres nada! tu cabeza solo puede proyectar: casita ruandesa chamuscada, mucho humo y tu cara de "qué buenos momentos pasamos juntos" si pudieras gritarías "Mamá!" como si fuera a oírte, un clásico! pero por lo menos te contienes y gritas: "Fuego!" que es igual de inútil pero quedas mejor. Como una desconsolada pido auxilio a Claude, el guarda de noche y el pobre se piensa que hay alguien en la puerta y desaparece de mi alcance, sigo chillando y consigo que suba corriendo! Las perras ladran casi tan desconsoladas como yo. La famosa toalla de las películas sigue sin aparecer, cago en Dios! Claude baja corriendo en busca de un montón de arena para ahogar el fuego pero cuando regresa, el fuego ha decidido morirse... Immediantamente, llamo a José Luis aún temblando, se viene pitando a casa y observamos los daños colaterales del incidente. De esta mala mala combinación me quedo con: una cocina cubierta de ceniza hasta las cejas (como si las tuviera) + una olla negra de por vida + un armario que tendremos que resucitar/repintar junto con el resto de la cocina + unas pataticas "paluego" que nunca me comeré + y una panda de mosquitos que seguirá dando por el culo. Eso sí, tras el incendio casero podré seguir viendo como Carrie se compra sus Manolo Blahnik's en la 5ª Avenida de NY, aunque sea desde Ruanda y con mi cocina carbonizada.

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