Thursday, October 30, 2008

8 discursos iguales pero diferentes.

Un saco de esperanza. Así es como te reciben en la colina las cooperativas de mujeres. El jueves pasado partimos muy pronto por la mañana con el coordinador de cooperativas de Kamonyi (un Distrito de Ruanda) para identificar nuevos grupos de mujeres que incorporar en al equipo del proyecto. Debemos aumentar la capacidad productiva de apliques en rafia y asegurarnos de que podremos llegar a los timings tan apretados y la calidad que marca la moda en Occidente. Visitamos 8 en total. 8 rituales muy parecidos que demuestran que existe una identidad común muy arraigada entre cada una de las agrupaciones dispersas en cada colina ruandesa. Bajo un árbol majestuoso nos encontramos a un numeroso grupo de mujeres vestidas en paños de colores muy vivos y diferentes. Sobre la hierba muy verde - en época de lluvias - el contraste es intenso y bello. A medida que nos acercamos, el cuadro impresionista se va definiendo y divisamos entre las manchas de vivos colores las caras de cada uno de los miembros mirándonos con ojos brillantes de expectación. Enseguida se acerca la presidenta. Siempre una mujer enérgica y comunicativa que nos da tres besos con la frente como símbolo de bienvenida. Tras la presidenta se presentan la secretaria y la tesorera. A lo lejos, frente al numeroso grupo de mujeres nos espera un banco de madera que han sacado especialmente para que podamos presentarnos. No se reciben visitas muy a menudo en la colina. Lo más probable es que no supieran que nosotros íbamos a llegar pues los teléfonos no abundan y la cobertura está limitada. La mayoría de las cooperativas se encuentran a una distancia considerable de la carretera principal, llegamos en coche pasando por pistas de arena y piedras. Enseguida empiezan los cantos y los bailes. En muy poco tiempo han sacado dos tambores de madera y piel de vaca y están tocándolos enérgicamente. Una escena de pelos de punta. Momento de presentaciones, comienza el coordinador. Sentados descubrimos entre turbante y turbante algún hombre que avergonzado se esconde para que no veamos que él también ha decidido ganarse la vida fabricando objetos de rafia, un oficio que aún hoy se sigue atribuyendo a la mujer. Todos escuchan muy atentos al coordinador que en un momento dado se gira para concedernos la palabra, nos toca presentarnos frente al grupo mientras un miembro traduce simultáneamente a Kinyarwanda. Los discursos en África son una parte fundamental de su concepto de comunidad. 8 discursos iguales pero 8 grupos muy diferentes, unidos un día por razones distintas. Al volver a Kigali - cargados de sensaciones e imágenes imborrables mezcladas de rojo terracota y verde intenso - reflexionamos acerca de lo vivido en la colina. Intercambiar conocimientos, de eso habla este día. Cada uno de estos grupos nos ha enseñado aquello que sabe hacer mejor y nosotros que transformando aquello que ya saben hacer queremos conseguir nuevas realidades. Una vez has sido testigo de la paz, el equilibrio y la energía que fluye bajo ese majestuoso árbol cuando un grupo de mujeres se sienta a trabajar a su sombra sabes que sería un delito no participar en este momento e intentar preservarlo.

1 comments:

Anonymous said...

Precioso.

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