La llegada de Marc a nuestro taller entre mil colinas ha sido un huracán con alta dosis de profesionalidad y criterio estético. Muchas han sido las personas que han desviado sus vidas; semanas, días o quizá horas para formar parte con fuerza de esta aventura que hoy cuenta por fin con aquella mitad que antes estaba más aquí que allí aunque físicamente lejos. “Muracoze…”
“Señores, señoras, señoritas, señoritos, niños, niñas, perros, canarios, que más da, sed todos bienvenidos al circo dónde las plachas patinan, las tizas se afilan, los alfileres danzan y las tijeras moldean domadas. Eugenie os abrirá paso y acomodará en los asientos, ella es la serenidad y la dulzura perfecta para preparar el espectáculo que aguarda tras la cortina.
¡Que se abra la cortina! Nuestros protagonistas pedalean, suena reggetón de Casterdefels al más puro estilo africano, los componentes del Real Madrid de la promoción del 2004 supervisan el trabajo algo descoloridos.
Antoine, practicante de discreción consigue deslizarse a través del taller pasando siempre desapercibido. Es impecable profesionalidad.
Agnes es el toque femenino en los pedales; es entrañable y rápida. Ha sido todo un descubrimiento.
Christoph es un buen costurero de temple tranquilo mas posee una extraña intuición que le permite percibir hoy la gripe que cojerá mañana. Aún así, nunca hemos visto esa gripe.
Felicien es el padre de esta familia. Risueño, constante, trabajador minucioso…impecable.
Claude, el artista. El indomable y el creativo. Pantalón a cintura y camisa recién planchada pasea frecuente y breve a destinos desconocidos.
- Señores, señoras, señoritas, señoritos, niños, niñas, perros, canarios, que más da, INTERMEDIO de dos dias -
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Cuatro días sin agua resultan eternos. Los platos y cubiertos se amontonan sin orden, los espaguetis no quieren cocinarse solos, el water se convierte en un gasto más que hay que acotar, las duchas suponen un lujo imposible de asumir, los paños recién comprados no podrán lavarse con sal, hacer la colada no es una opción, la temperatura exterior parece aumentar solo para recordarte que no podrás domarla con agua. Es entonces cuando harías cualquier locura por conseguir un bidón de ese bien tan preciado, de esa necesidad primaria para seguir existiendo.
“Amazi” que mágica palabra en kinyarwanda. Recorres las calles bajo un sol que calienta sin respeto y preguntas por “amazi” como si se tratara de un individuo sabio y valioso de barba blanca al que todo el mundo conoce.
No saber cuando nuestro individuo regresará a casa nos convierte en previsores y cuidadosos. Goma no ayuda, pues no conoce la precaria situación por la que estamos pasando. Por la noche, cuando esperas que un milagro te devuelva a “amazi” la electricidad se siente sola y decide partir con el agua para buscar un destino mejor. Dios” te ha abandonado. Decides acostarte con un salón lleno de papeles, pipis de Goma como charcos a saltear, migas de lo que prefieras, velas a punto de morir y muchos cacharros que desearían ser lavados.
Relativizas. Inevitable. Tus necesidades se transforman en una ciudad como Kigali. Hoy nos han regalado 10 minutos de agua a las 20.15 y los he disfrutado como un niño que prueba por vez primera el algodón de azúcar. Cuando oyes ese primer chorro bajar por la ducha que has dejado abierta con la esperanza de que llegue ese momento; GRITAS. Como debe gritar una planta cuando la riegan. Es entonces cuando me doy cuenta de cómo cambia mi vida cuando estoy aquí. Aunque suene humilde, es un privilegio poder contrastar.
(* Trupty, nuestra vecina india del piso de abajo aterrizó en Ruanda hace unos meses. Hoy ha tenido invitados, estaba muy nerviosa, quería que todos se sintieran como en casa. Me ha preparado un plato de comida india para agradecerme que le dejara la silla-cocina que acompaña los muebles de mi casa. Manjar exquisito y muy valorado por toda la comunidad por la escasez de amazi. Gracias Trupty. De la mano del plato folclórico de Trupty he conocido a una encantadora mujercita que vende comida india delante de la parada de furgonetas “okapi”, ahora ya se cómo haré de una noche cualquiera una exótica comida para paladares refinados jijiji)
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El circo ya está en marcha.
Se acabaron los azules cielo y los rojos estridentes de algodón “ginga” ahora tenemos que apostar por estampados atrevidos de los algodones más naturales (Ibitengues: paños ruandeses) para crear los ejemplares definitivos de nuestra colección, los primeros ya están en la incubadora. He instalado mi estudio definitivamente en el taller para no olvidar detalle; lo forma una mesita de madera mantel incluido, un sofá marrón de terciopelo acrílico, vistas a la mesa de la secretaria (Eugenie) y la puerta; recibimos visitas todo el tiempo. Me gustan las coordenadas del estudio. Facilitan la proximidad con los productos creados y con sus creadores. A menudo conozco a personajes que enlazo más tarde con áreas distintas del proyecto (serigrafía para camisetas, proveedores de tejido, ex propietarios de empresas de indumentaria…) es un privilegio estar ahí. El despacho interior lo comparto con Antoinette, de ese modo podemos convocar las reuniones y trabajar con más intimidad.
La cama de la siesta la usamos como caja fuerte para guardar los objetos más valioso que llevamos encima. En casos extremos se convierte en el catre para el costurero que ha cojido malaria o tiene enfermedades digestivas.
Claude está enfermo estos días pero ha intentado ocultarlo. Hace dias que sufre fuertes diarreas y ha perdido el apetito. Ayer le dimos manzana y le obligamos a tumbarse en el catre de siesta a descansar, empezó a comer algo. Hoy se encuentra mucho mejor.
Hemos sufrido una gran perdida. Desde el lunes 21 Monsieur Président, Paul Kagame, ha prohibido la entrada de motos (business motos) al centro de la ciudad. Las estadísticas realizadas por el gobierno demostraban que las motos eran las máximas causantes de los 4 accidentes diarios que tenían lugar en en centro de la ciudad de Kigali. Otros factores han contribuido. El presidente considera que la mayoría de gente evitaba comprarse zapatos nuevos tras la posibilidad de transportarse en moto en vez de caminar.
Voy a echarlas tanto de menos, eso Mr. Kagame no lo sabe. Tan solo 50 centímos (300 francos ruandeses) por pasearte por la ciudad tuvieras o no un objetivo y siempre con la brisa a tu favor para refrescarte (* en este espacio de publicidad no incluímos el riesgo inminente de sufrir graves lesiones o incluso la muerte, viajando en moto por una ciudad sin semáforos, sin casco y en la que la ley del más rápido impera en la vía).
Eran uno de mis momentos de evasión preferidos, habrá que sustiruirlos o viajar hasta Goma dónde todo vale.
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1ª secuela. La primera tras la visita de Marta y Teixi a nuestras mil colinas viene en formato de “bola peluda bicolor con cuatro patas y rabo muy muy delgado”, Goma. Una cachorrita de raza indefinida (que se lo pregunten a la veterinaria ;)) que descubrimos paseando con una manada de niños por los barrios de lava solidificada de la ciudad de Goma, República Democrática de Congo. Frontera con el norte-oeste de Ruanda. Ambas ciudades comparten la inmensidad del lago Kivu pero no su geografía ni su cultura.
Goma se convirtió en una más de tres. Su madre era incapaz de alimentarla, la desnutrición la había dejado sin leche y ella era su último cachorro superviviente. Para seguir con vida comió madera durante Dios sabe cuantos días. Era tan pequeña y estaba tan famélica que no fue difícil saltear con gracia recepciones de hoteles, fronteras, bancos y todo aquello que se nos puso por delante. Nunca olvidaremos la entramada hazaña de extraer más de 100 garrapatas a pinza y linterna de cabeza y despedirlas por la pica del lavabo (“subirán formando filas por la noche Teixi” dum dum dum jajaja) o la primera vez que conseguimos que bebiera leche de nuestros dedos, como soportamos gritos y risas indiscretas de todos aquellos que descubrían que dentro de una cesta amarilla de plástico había un perro (o una gallina jaja), su cuna de raffia que es más lavabo que cuna pese a que nos empeñemos, la primera vez que pisó el piso y levantó la cola, sus interminables siestas en nuestra falda (tres madrinas para repartisela)… Una prolongación de todas nuestras vivencias y la futura fiel amiga de Toni y Cris.
(Ahi va una foto reciente de Goma para las madrinas. Le gusta acurrucarse en el hueco de debajo de la mesa del comedor, se esta fresquito. El pelo se le esta poniendo muy brillante y la piel se esta curando.
Álbum de familia a cargo de Anna Teixidor; no se ha perdido detalle de los primeros pasos de nuestra hija, gracias hoy y mañana.)
Avalancha de visitas inesperadas en este sábado matutino en la madriguera “mille collines”, enlazadas con misteriosas presencias picando a mi puerta ayer noche. Desvelado el misterio; los vecinos que pescamos duchandose justo debajo de nuestra terraza (en mayo con pelusa) se han aventurado a subir y averiguar quien descubría todas sus virtudes en momentos de aseo. Son Dave y Bruce, estudiantes de ingeniería de la universidad de Kigali; me han puesto al día de los “nightclubs” y me han invitado a ver el “fitnessclub” que hay un poco más arriba de nuestra calle, mucha curiosidad.
Minutos después aparece Clément, el chico con vocación de Julio Iglesias africano y un don inminente para los arpegios. Un hombre pegado a la guitarra española que le traje de España. Me invita mañana a una celebración de aún no se qué, en casa de su hermana.
Hoy es fiesta hasta después de comer. Son las elecciones del representante de cada barrio de la ciudad. He aprovechado para lavar a Goma, hemos tomado el sol en la terraza y he adelantado las tablas del programa de producción y los esbozos de los contratos que fijaremos esta tarde en el taller con cada trabajador.
Inicio de la producción: Lunes 21 de Agosto, 2006.
- Proveedor de tejido sarga algodón 100% de Burundi: Mbabazi Carol, “Rwanda tissus”, quartier comercial.
- Paños africanos algodón 100%: Centro ciudad Kigali, boutiques varias / Mercado Virungas en Goma.
- Proveedor de hilos, entretelas y otros materiales: Boutiques varias, quartier comercial, centro ciudad Kigali.
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Anochecer inocente y despertar culpable. Esa es la inestabilidad de los ruandeses. Ser “wasungu” (extranjero,blanco) no ayuda. Yo ya no soy la espectadora y pasajera que atravesaba ajena el país hace un año, ahora soy aquella cara pálida que se cruzan intermitente delante de la ferretería, papelería o supermercado; soy un peón más. Debo trabajarme a pico-pala la confianza de mi barrio.
Ayer entró sigiloso un individuo, descuidando su invitación en casa y con la inquilina barriendo el vestidor. Tentado por la apriencia futurista de mi teléfono “tomó prestado el aparato” y se dio tocatta y fuga. Con su fuga fuimos todos detrás escandalosos, tras las escasas pistas que había dejado a su paso. Acabamos en comisaría con sospechosos varios y teorías pendientes de un hilo.
El taller sigue avanzando sin discreción. Plisados eternos, volúmenes inflados a soplo, rojos estridentes, azules de cielo... son los prototipos que guiaran estas creaciones acunadas cada día entre manos aterciopeladas y precisas. Se acerca el salto mortal de la producción y hay que acabar de mover tejidos y apliques. El circo esta a punto de empezar y estamos prevenidos. Mi mitad, la que está más aquí que allí aunque físicamente lejos (muy lejos) está embarcada ya en mente. Te esperamos infinitos de impaciencia.
A CARGO DE mi incondicional amigo Emanuel (también mi profesor de cocina, lengua kinyaruandan, practicante de delicadeza y aspirante a turismo):
Menú de esta noche: Fusiles con crema de queso cheddar y ensalada tricolor (aguacate, tomate y zanahoria)
Consigue que cada proceso cotidiano sea una vocación, una plegaria.
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Ruanda no nos alisa el camino.
Las secuelas de un genocidio que ha dejado mas de un millon y medio de muertos en cuatro meses escasos son inminentes. Poner en marcha un proyecto asi debe tener en cuenta el binomio perfecto entre la persuasion y la disciplina. Estirar con furza la cuerda rompe el saco de ilusiones de esta gente y les devuelve rapidamente a su estado de letargo, les fascina y con facilidad tumban en horizontal sus actividades para no perder la vocacion.
Las reporteras de "Africa Digna" ya han estado entre nosotros. Trabajan siamesas las imagenes mas acolchadas del proyecto. Aquellas que le mostraran al mundo la incipiente ilusion que alimenta este proyecto. Ellas seran vuestros ojos, les agradecemos enteros su esfuerzo incondicional y su profesionalidad. Las secuelas de su visita las mostraremos en ediciones futuras jijiji.
El equipo del taller central "Mille Collines" ya esta fijado.
Felicien - 1er costurero y responsable del control de calidad
Jean Claude - 2ndo costurero
Antoine - 3er costurero
Christoph - 4rto costurero
Agnes - 5ta costurera
Just - Apliques y plancha
Betty - Modificaciones de punto circular (t-shirts)
"Os pido que aprovechemos cada segundo de esta oportunidad que Dios nos ha concedido, que trabajemos juntos como una familia desde el amor, el respeto y la profesionalidad. El dinero destruye a las personas, lo necesitamos pero os pido que no dejeis que os controle; podeis controlarlo vosotros a el. A por ello."
(Discurso de Antoinette Mukakalisa
-directora del proyecto-
al equipo del taller central. 5-08-06)
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